Elogio de mi masculinidad

Odio la masculinidad hegemónica, machista, colonizadora y cisheteronormativa que nos oprime a todes y que la gran mayoría de hombres instrumentalizan para beneficio propio y opresión ajena tanto como amo la mía.

Amo que mi masculinidad incorpore de manera intrínseca la duda, la fluidez, la vulnerabilidad, la apertura, la ternura, los cuidados, las caricias, la ductilidad y la calidez.

Amo que mi masculinidad incluya todas las partes de mi cuerpo, gustos y actitudes que la sociedad construye e interpreta como «femeninas».

Amo que mi masculinidad se haya abierto paso en cada faceta de mi vida llevándose consigo la misoginia, pues suele ser precisamente al revés.

Amo mi masculinidad porque no os parece masculina. Porque me libera de vuestras expectativas y se proyecta hacia el exterior a golpe de sonrisa y caricia.

Amo que mi masculinidad sea tierna, flexible, cursi y blanda hasta el paroxismo. Y que genere espacios seguros aunque las de otros acostumbren a atacarme directamente, a asfixiar y a invisibilizar la mía.

Amo mi masculinidad porque está aquí y me hace más feliz, amable, abierto y libre aunque pasé la mayor parte de mi vida creyéndola imposible. Crecí creyendo que ser la persona tierna, cariñosa, sensible, considerada y generosa que quiero ser era incompatible con ser un hombre. Que todo lo que soy y me gusta de mí sólo podría estar confinado en el estrechísimo espacio que no os importa que ocupe una mujer -siempre y cuando sólo ocupe aquel.

No sólo no es así, sino que no concibo, para mí, otra forma de ser el hombre que soy. No podría ni querría serlo de no incluir todo esto y más.

Amo mi masculinidad porque tuve que esculpirla en un material que consideraríais inepto, sin apenas referentes y contra todo pronóstico y discurso dominante. Y no me salió ni mal ni bien, pero me salió mía.

Elogio de mi masculinidad

2 comentarios en “Elogio de mi masculinidad

  1. Alejandro dijo:

    Hola, Darío. He llegado hasta aquí a través de un tuit de mi amiga Meryone que me indujo curiosidad. Hace bastante tiempo que me intereso por el tema de género y últimamente sigo bastante de cerca la batalla presentada en torno a los feminismos, identidades cis, trans, normatividades varias… confieso que a veces, desde mi heteronormatividad «tradicional», me pierdo un poco al intentar asimilar ciertos conceptos en su esencia, noto que en el cruce de teorizaciones sobre formas distintas de percibir o sentir las identidades, se me escapa algo que no lo logro aprehender del todo.

    Por esto que quiero dejar mi comentario al post, para darte yo también las gracias porque con él me has aclarado, así, de un plumazo, muchas cosas. Después de las diversas calas que he hecho en tu blog, pero sobre todo después de leer este post, he conseguido ver claras bastantes cosas que para mí estaban borrosas. Muchas gracias, Darío.

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